Personas con Asperger: conociendo su mente

Tiempo de lectura: 4 minutos

Lo que deben tener en cuenta los familiares de personas con Asperger cuando estos comienzan a crear ficciones con escenas de la vida diaria
La mayoría de las personas con Síndrome de Asperger son capaces de crear ficciones; aunque esta dimensión de ficción e imaginación, no se va a dar de la misma forma en todas ellas. Recordemos que las personas con trastorno de espectro autista NO van a seguir un mismo nivel de desarrollo, un mismo nivel evolutivo.

Personas con Asperger: conociendo su mente

Las personas con Asperger pueden representar mentalmente escenas de la vida cotidiana con personajes reales o ficticios, dotándolos de diálogos entre los mismos.

O trasladarse mentalmente a mundos imaginarios donde reflejar sus emociones creando de este modo un mundo paralelo al “mundo real”. Un mundo imaginario donde escapar cuando el real se hace insoportable. Un mundo donde las personas con Asperger pueden proyectar su malestar, incomodidad o inquietudes y así romper en cierto modo con la realidad que les rodea.

Adentrarse en un mundo imaginativo paralelo, en el que la persona con Asperger se refugia en su mundo de fantasía, puede tener consecuencias muy graves en la vida diaria de esta persona.

Además de hacer uso de las ficciones o del mundo imaginario como recurso de aislamiento, las personas con Asperger pueden presentar dificultades para diferenciar la ficción de la realidad. Pueden llegar a actuar en su día a día como un personaje ficticio o representar escenas imaginarias sin atender al mundo real que les rodea. Este hecho provoca que su forma de vida se transforme en una película o un juego de ficción. Lógicamente, las repercusiones sociales, entre otras, son enormes.

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A lo largo de los años nos hemos encontrado casos diversos:

  • Un niño Asperger de 7 años que vivía continuamente como “Mortadelo” (uno de los protagonistas de la serie humorística Mortadelo y Filemón).
  • Otro niño de 10 años también con síndrome de Asperger que se adentraba tanto en el rol de diferentes profesionales que el ir a otros contextos (calle, supermercado) era un suplicio para los padres: si estaban en un supermercado, solo quería hacer de cajera; si veía una obra por la calle, ejercía de policía y se escapaba para dirigir el tráfico; debía ser él quien cortase o peinase el pelo cuando acudían a una peluquería; y así infinidad de momentos.
  • El caso de una niña Asperger de 12 años, que cada vez que iba por la calle presentaba conductas de hablar sola y movimientos “extraños” con el cuerpo porque estaba tan asumida en su mundo imaginario que no tenía en cuenta las miradas de los demás o las caras de temor de las personas cuando pasaban por su lado al ver esas conductas.
  • Un niño Asperger de 7 años que vivía continuamente como “Mortadelo” (uno de los protagonistas de la serie humorística Mortadelo y Filemón).
  • El caso de un niño de 9 años que se “metió” tanto en la película de Toy Story que iba andando por la calle con las piernas abiertas, a modo de sentadilla, ya que iba encima del caballo del personaje principal de los dibujos. Así, os podríamos seguir contando un sinfín de historias de personas con Síndrome de Asperger inmersas en un mundo paralelo de ficción.

Personas con Asperger: conociendo su mente

Las familias de las personas con Asperger, en muchos casos, cuando observan a su familiar elaborar ficciones, pasan por una primera fase de simpatía, les hace gracia, les choca ver esa “capacidad” imaginativa tan rica, con ese vocabulario tan llamativo y esas voces tan bien imitadas o creadas.

Conforme va pasando el tiempo y observan que su familiar va a más y no para, deja de estar atento en clase, en el patio habla solo, tiene la mirada perdida, hace figuras con los dedos, etc. es cuando comienzan a preguntarse ¿Por qué se aíslan en un mundo de ficción? ¿Es necesario intervenir en este aspecto? ¿Se le pasará? ¿Y si crea personajes imaginarios agresivos? Entonces comienzan las preocupaciones y la necesidad de ser guiados y orientados.

¿Qué deberían tener en cuenta los familiares de las personas con Asperger?

A este respecto, ¿qué deberían tener en cuenta los familiares de las personas con Asperger? A continuación, os damos una serie de indicaciones:

1. Observar si se produce "aislamiento social"

 Observar en que momentos del día se produce este “aislamiento social”. En qué situaciones, espacios y momentos la persona con Asperger presenta conductas como estar reproduciendo diálogos (a modo de conversación entre personajes), mirada ausente o perdida que acompañan a acciones mediadas con objetos o sin ellos, risas o lloros fuera de lugar, qué tipo de verbalizaciones o comentarios está realizando la persona con Asperger, etc. Conductas que nos indiquen que nuestro familiar se ha metido en “su mundo”.

2.-  Análisis de la conductas y controlarlas.

Seguidamente hacer un análisis de dónde se producen y qué tipo de conductas son, e indicarles cuándo las pueden realizar. Hay que ponerlas bajo control. Es necesario indicar a la persona Asperger que está JUGANDO A IMAGINAR.

3.- NO PROHIBIR.

No Prohibir, Hay que dar estructura y orden. Hay que enseñarles en qué lugares pueden jugar a imaginar y en qué momentos del día. Con el objetivo se ir disminuyendo la frecuencia de forma progresiva.

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4.- Enseñarles las consecuencia de sus conductas.

Es necesario ir enseñándoles explícitamente las consecuencias que las conductas realizadas tienen en los demás. Conductas, como ir hablando solo o sola por la calle o ir simulando acciones de personajes creados por la vía pública, suele provocar el rechazo por parte de los demás y ser motivo de burla.

5.- Conseguir el AUTOCONTROL

Se debe lograr el AUTOCONTROL. Indicar “ahora no se hace, luego en casa sí. En tu cuarto juegas a imaginar”. A veces es necesario enseñarles otras vías de escape, como técnicas de relajación o provocar que se comuniquen y nos cuenten lo que piensan, sienten, si necesitan ayuda, si les ha ocurrido algo, etc.

6.- Los pictogramas para controlar la conducta.

Se puede hacer uso de pictogramas para controlar la conducta causada por su mundo imaginario, a través de estrategias de negociación (pictograma si haces “la tarea” primero, después voy a mi mundo hasta que suene la alarma) o para indicarles dónde deben realizar una conducta determinada (pictograma de hablar solo en mi habitación).

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