Es así de sencillo: para ayudar y acompañar a una persona con trastorno del espectro autista, necesitas entenderla, tener la información y las herramientas adecuadas y un espacio en el que compartir tus experiencias y sentirte comprendido.
Da igual si eres un padre o madre preocupado por esa persona a la que tanto quieres, o si eres un profesional que quiere dar la mejor atención posible:
El TEA es algo demasiado complejo para ir por libre, buscando respuestas en diferentes lugares, libros o páginas web.
No es algo que pueda entenderse de un día para otro, pero sí está en tu mano huir del victimismo para tomar las riendas y vivirlo de otra manera, con más comprensión, con más herramientas y con apoyo en las diferentes fases del proceso.
Porque el TEA no es un trastorno que solo afecte a un área concreta de la persona ni a un momento determinado de su vida: es algo que está presente siempre.
La buena noticia es que existen recursos para cada etapa del camino.
Existen respuestas y alternativas para que puedas vivirlo de otra manera. Con optimismo, con confianza y sabiendo cómo actuar en cada momento.