El próximo día 2 de abril, coincidiendo con el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, tendrá lugar la presentación del libro: Las Aventuras de Javier de la autora Ana Mª Sacristán Marcos y la ilustradora Nuria Turiel.
Nuria ha recibido, desde muy temprana edad, clases de dibujo en el estudio del famoso pintor leonés Marcelino Montiel. En 1990, gana el primer accesit del concurso de ilustración de “Arte Joven en Castilla y León” y durante los años posteriores, trabajó de ilustradora freelance para la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Se licenció en Bellas Artes en la especialidad de Diseño, por la Universidad de Salamanca.
En 2003, gana el primer premio en el concurso de animación multimedia, realizado por la Fundación Josép Fusté. En el año 2007, realiza las ilustraciones del libro Las edades del Bierzo editado por el Diario de León. Posteriormente, trabaja como ilustradora de libros de texto para las editoriales Bruño y Vicens Vives. Siendo su último y más reciente trabajo, Las Aventuras de Javier, con nosotros, Ediciones CETEA.
Ana trabaja como maestra de Educación Infantil y está formada como especialista en Logopedia y TEA. Es madre de dos niños, Carla de diez años y Javier de siete, quien necesita ayuda para volar, porque tiene TEA. Desde el diagnóstico de su hijo, hace cinco años, ellos han sido su motivación para formarse de manera continua en este trastorno, tanto a nivel personal como profesional.
Hemos querido saber más sobre el cuento y sobre la motivación de Ana para escribirlo. A continuación, os dejamos algunas de las respuestas que nos ha dado la autora a nuestras preguntas:
Cuando Javier era mucho más pequeño, busqué cuentos que explicaran lo que le pasaba, principalmente porque consideraba que un cuento podía ser una herramienta muy bonita y útil para su hermana y el resto de los niños que pertenecían al entorno de Javier. Encontré cuentos para hermanos y de otro tipo, bonitos y útiles, pero ninguno cumplía con las expectativas de lo que yo deseaba encontrar. Desde entonces, pensé que, en algún momento, intentaría escribir el cuento que yo me imaginaba.
Por otro lado, a mí desde pequeña, siempre me ha gustado escribir, en la mayoría de las ocasiones, sólo para mí misma, cuando estaba contenta, triste, me había sucedido algo importante... escribía a modo de diario, poesías, narraciones, etc. simplemente porque expresar mis sentimientos y emociones por escrito, me hacía sentir bien.
Desde el diagnóstico de Javier, empecé a escribir sobre la información que encontraba que me parecía importante, sobre cómo me sentía, anotaba datos importantes, conversaciones, etc. y también empecé a anotar algunas de las aventuras de Javier, porque me habían hecho llorar, reír, avergonzarme, porque ocurrían de forma repetitiva, por muchas y muy variadas razones.
El proceso de escribir el cuento ha sido muy sencillo para mí, era algo que tenía muy estructurado en mi cabeza desde hacía ya mucho tiempo, y sólo he tenido que darle una estructura a mis ideas y mis apuntes. Realmente no sabría decir cuándo y cómo empezó el proceso de escribir este cuento, ya que ha sido un pensamiento que me ha acompañado durante varios años.
En las aventuras de Javier hay 7 capítulos, pero el primero va enfocado a trabajar valores de respeto, comprensión y aceptación, desde un concepto básico: todos somos iguales y a la vez, todos somos diferentes. Y desde esa premisa, se presenta al personaje.
Los 6 capítulos restantes narran una aventura de Javier. Esas aventuras sucedieron de forma real, aunque haya habido pequeñas adaptaciones. Entre las miles de aventuras que vive Javier diariamente, simplemente seleccioné 6 con las que se pudieran comprender de una forma clara, los 6 aspectos que yo quería dar a conocer sobre el TEA.
La relación de Carla y Javier ha ido variando a lo largo del tiempo. Carla, como cualquier familiar de una persona con TEA, ha ido pasando por diferentes fases emocionales. Hemos tenido muchas conversaciones con ella, algunas provocadas por nosotros de forma intencional y otras que han surgido de sus preguntas, dudas, sentimientos...siempre respondemos a todo lo que nos pregunta con sinceridad, y teniendo en cuenta su edad. A pesar de que las conversaciones sobre su hermano son muy frecuentes, también ha ido descubriendo muchas cosas sin necesidad de que se las explique nadie. La convivencia es una buena maestra.
A día de hoy, puedo decir que Carla conoce, comprende y acepta a su hermano, y, sobre todo, lo quiere. Entre ellos hay mucha complicidad, y me siento orgullosa cuando veo cómo se ríen, cómo se miran y cómo transmiten amor, a pesar de no poder jugar, hablar, etc. como otros hermanos en los que no hay presente ningún trastorno.
El desenlace de cada una de las aventuras de Javier podría haber sido diferente si las personas de su entorno hubieran actuado de forma diferente, teniendo en cuenta las características y peculiaridades del trastorno de Javier.
Las aventuras no tienen un final concreto, para que los lectores piensen qué podría ocurrir después, y porque en realidad, no hay una única solución, no hay una única respuesta válida. Ante cualquier comportamiento que haya que reconducir, modelar, etc. puede haber diferentes alternativas y en la mayoría de los casos, no se conseguirán resultados de manera inmediata, sino que se tendrá que llevar a cabo un programa de intervención constante y, dependiendo del caso, prolongado en el tiempo.
Es un cuento pensado para que se utilice tanto en un entorno familiar como en un entorno escolar, de forma individual o en grupo.
El libro va dirigido a niños y niñas, porque considero que es desde las edades más tempranas cuando se debe dar a conocer este trastorno y trabajar valores de comprensión, respeto, solidaridad, ayuda...pero, este libro puede ser muy útil para cualquier persona, independientemente de la edad, que tenga pocos o ningún conocimiento sobre el TEA, ya que de una forma sencilla proporciona una visión de los conocimientos más básicos.
Cuando una persona tiene TEA, y en concreto, es un niño, no solamente el trabajo de toda su familia es crucial, sino que yo lo ampliaría al de todo su entorno: familia, colegio, terapias, etc.
Por supuesto, todos los miembros de la familia deben seguir una misma línea de trabajo en cualquier aspecto de la vida del niño (autonomía, lenguaje, etc.), ya que, para conseguir la mayoría de los aprendizajes, hay que emplear tiempo, repetición de las situaciones, etc.
El que se repitan las dos últimas frases tiene una clara intencionalidad, que es que de alguna manera se quede grabado el mensaje que quieren transmitir en el lector.
Aunque las características de las personas con TEA puedan ser permanentes a lo largo de su vida, los comportamientos que se originan debido a ellas, sí pueden cambiar o mejorar a lo largo del tiempo con una intervención adecuada, de ahí la frase: “que puedo hacer mejor”. La segunda frase es una llamada de ayuda, solidaridad, etc., con un “Si me ayudas, aprendo”, se quiere dejar claro que, en este trastorno, la ayuda de los demás, del entorno social, es fundamental para lograr ciertos aprendizajes. Por supuesto, las personas con TEA aprenden, pero en la mayoría de situaciones necesitan la ayuda de los demás para conseguirlo.
Si te has quedado con dudas y quieres conocer a la autora en persona y que ella misma de respuesta a tus inquietudes sobre el cuento, te esperamos en la presentación del libro el día 2 de abril a las 18 horas en la Casa de Salud (C/ Santiago, 13 Alcalá de Henares, Madrid).
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