Pensador, enigmático, de mirada perdida y profunda.
Tierno, terco, tenaz, perseverante. Educado y complaciente. Un luchador innato.
Imitador de adultos. Saltador de obstáculos.
Piloto de pequeñas carreras. Ganador del cariño de los que le rodean.
Conquistador de emociones. Descubridor de ternura. Embaucador de sonrisas.
Alberto nació un frio mes de enero, concretamente el 1 de enero de 2008
¿Para qué quedarse en el viejo año si ya comenzaba uno nuevo?
Así es Alberto, toda una sorpresa.
Las primeras miradas que sintió Alberto estaban llenas de amor, de asombro y de dudas.
A los dos años fue diagnosticado de AUTISMO.
Iba al parque y cuando veía algún niño se iba corriendo al carro.
Antes de empezar a hablar conocía las marcas de coches y las líneas de metro de Madrid y Barcelona.
Hasta que llego el primer plano de metro a sus manos.
Le encantaba jugar a los coches.
Les daba la vuelta y giraba las ruedas sin parar.
No era un niño como los demás, tenía otras preferencias y peculiaridades, aunque como a la mayoría de los niños también le encantaba el agua.
Sabe de coches, autobuses, trenes y, como no, de planos de metro.
Con los años se ha convertido en el mejor especialista en aceptar las normas sociales, la convivencia con los demás y en que sus obsesiones no lleguen a interferir en su día a día.
El príncipe del autocontrol,
el rey de la negociación,
quien te conoce sabe de tu pureza y nota tu esencia.
Comunidad para familiares y profesionales que viven cada día con el Trastorno del Espectro Autista
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